Fue el perro quien lo persuadió para que no lamiera el enchufe y, enfadado, se fue a lamer el USB.
-¿Y qué pasó? ¿La curiosidad mató al gato? – No, no lo mató, pero lo dejó con WI-FI y ahora ronronera en código binario
Ana Martín – por: REfugio El Molí de Fals (Barcelona)
Felinamente conectado
Junio
Ana Martín
Entidad beneficiaria: Refugio el Molí de Fals. Barcelona
No te pierdas
¡Nos vamos de vacaciones! Como exploradores en búsqueda de la idiosincrasia del devenir de la cultura, o más bien como niños experimentando las certezas…
Louie, Banana y Brian: buenas vibraciones Lo que Brian vio con sus ojos en aquella soleada jornada de playa, fue a Louie y Banana,…