Los gatos comunitarios que inspiraron a Ibn-Jaldún

La verdadera fortaleza no se encuentra en el interés propio, sino en los lazos forjados con las comunidades

«He nacido en Túnez, vivido en Granada, Bugía y Elvira, expulsado y desterrado a Hunayn; y solo aquí, en la fortaleza de Beni Salama en la que me he retirado, he logrado finalmente comprender el sentido de la Historia. Y aunque han sido los humanos -con sus actos y su cíclico devenir- los comunicadores indirectos de este saber; los felinos que alimento cada día, por la gracia de Alá, me han hecho reflexionar.»

«Es la asabiyyah[1] un rasgo distintivo entre las civilizaciones urbanas y las nómadas. Son las primeras más avanzadas en su desarrollo cultural, económico y científico pues, quienes forman parte de ellas, poseen una estabilidad política que les permite manifestaciones heterogéneas. Las segundas, por el contrario, son más resistentes, homogéneas y capaces de unirse para enfrentar las adversidades. Las primeras son capaces de organizar el poder pero, con el tiempo, acaban por debilitarse hasta hacer caer los gobiernos, pues su cohesión social es ínfima. Las segundas, simplemente generan el poder, protegen los derechos y la equidad, y unen a la comunidad gracias a la solidaridad que les caracteriza.»

«No hay, entre los felinos que alimento cada día, señal alguna de injusticia en su forma de administrarse. Hay igualdad sin gobierno, respeto desinteresado en los asuntos ajenos; pero sentimiento de comunidad. Hay una cultura solidaria de pertenencia, una lucha común ante los peligros; pero también la manifestación individual de las diferencias. Hay, en estos felinos que veo cada día, una mezcla de civilizaciones nómadas y urbanas; y una innegable estabilidad. Hay, en definitiva y gracias al Todopoderoso, una manifestación de la asabiyyah más pura. Y eso me desconcierta.»

«Ahora que me veo inmerso en la redacción de mi Muqaddimah[2], y gracias a los felinos que observo cada día, soy consciente de la importancia de la solidaridad y la asabiyyah para enfrentar los desafíos colectivos. Saber que son un paradigma que se desliza del modo organizativo de las empresas humanas; que su historia escapa a la cíclica Historia del ascenso, apogeo y decadencia, para establecer un marco inmutable de simple solidaridad, me genera controversias. Pero yo me he retirado a esta fortaleza a hablar de los seres humanos. Aunque cada día alimente a estos felinos.»


[1] Cohesión social

[2] Escrita en 1377, esta obra fue concebida como un prefacio a una Historia Universal.

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