Guías para gatófilos conspiradores

Afirma Alberto Montt (1972) que lo suyo con los gatos viene desde la infancia. No en vano, su primer diseño de un animal fue la silueta de un felino. Desde ese momento y hasta la actualidad, el artista chileno ha dibujado decenas de ellos. Tantos, que hasta ha tenido que editar varios cómics a modo de caja de Schrödinger, para darles cabida a todos. Solo necesito un gato (pero no es recíproco) (2021) y La conquista de los gatos (2022) son dos de esas “cajas”. Confeso gatofílico, entre las imágenes y tiras de su obra, intercala una guía para medir el grado de irresistible amor hacia los mininos, con datos curiosos (o “gatos curiosos”) y dibujos de sus colegas de profesión. La “teoría de la domesticación de los humanos” sirve como puente entre ambas publicaciones para desarrollar la idea de un Dios gato creador del universo, y la posterior “conspiranoica” conquista de la tierra por su Mesías, enlazando finalmente con la revisión de la mitología gatuna en las diversas culturas.








Ingenio a raudales en trazos simples, humor fino en gatos gruesos y un perro que demanda un libro propio en un universo dominado por sus tradicionales “archienemigos” y ante la negativa de un autor, Alberto Montt, gatófilo y conspirador.
