Montse Casaoliva es economista y Educadora vincular felina. Inició MISHILOVERS para equilibrar el vínculo social entre humanos y gatos comunitarios, promoviendo soluciones científicas y éticas que protejan hábitats y gestionar colonias con cuidado y amor capacitando a las gestoras de las familias felinas locales que ayudan a los municipios en el ámbito de gatos que viven en libertad.
C&D: ¿Cuál es la situación actual de los gatos callejeros en España?
MONTSE CASAOLIVA: La situación es que, en teoría, están protegidos por una ley -que ya es un gran avance-; pero en la práctica hay desamparo por parte de las instituciones. Como lleva ocurriendo desde hace muchos años, quienes se ocupan de los gatos comunitarios siguen siendo son las personas que los cuidan altruistamente. Recaen en ellas los costes económicos, pero también psicológicos, y el peso de batallar con quienes no los quieren o se mantienen neutrales. Si no fuese por las gestoras -porque la mayoría son mujeres- las colonias crecerían y habría más gatos enfermos. En resumen, la situación roza la ilegalidad en la práctica, aunque en el papel haya una ley.
¿Podrías explicarle a nuestros lectores qué es MishiLovers y cuál es la causa tras el proyecto?
MishiLovers es una consultoría especializada en colonias felinas que ofrece apoyo a las personas que gestionan colonias capacitándolas para que puedan ayudar a los ayuntamientos a entender cuál es la realidad que tienen en sus calles. Nace porque me encontré en una situación de desamparo en la que, ni el consistorio, ni el entorno, me daban soporte. Por eso, desde MishiLovers buscamos conectar a regidoras, técnicos, gestoras y asociaciones que abogan por el bienestar animal. Se trata de dejar los egos a un lado e intentar cambiar las cosas desde el amor y sobretodo la unión.

¿Y cuál es tu causa? ¿Cuál es la causa de Montse Casaoliva?
La causa es ayudar a mejorar la calidad de vida y el bienestar de seres sintientes: humanas, humanos y animales. En este caso, las colonias felinas y las personas que las cuidan. Es ayuda pura y dura.
Vamos a ampliar un poco la información. ¿Qué servicios ofrece MishiLovers?
Gestión integral de colonias felinas. Eso incluye: planificar y coordinar el CER (Captura, Esterilización y Retorno), incluyendo mapeos, censos siempre actualizados y registros de todo lo que ocurre en las colonias; crear protocolos que vinculen al ayuntamiento con las gestoras de colonias; mediaciones con personas que no quieren gatos en sus espacios; y el establecimiento de redes que conecten a todos los agentes. Para eso nació nuestra comunidad de WhatsApp: para coordinar y conciliar. El objetivo final es ayudar a personas, instituciones y gatos comunitarios.
¿Nos podrías explicar cómo se gestiona eficazmente una colonia?
Se gestiona eficazmente cuando tienes en cuenta la naturaleza del animal, el entorno y los límites a muchos niveles. A nivel económico, por ejemplo, el 90% de los municipios apenas cubren gastos de alimentación o veterinarios. Aquí viene lo doloroso: una operación de un gato atropellado puede ser de 3.000 €. Imagínate si tienes varios casos en poco tiempo… No olvidemos que los gatos viven en entornos hostiles donde dependen del ser humano. En un escenario ideal, se trata de crear rutinas pues los gatos son neofóbicos. Además de establecer un horario fijo de alimentación, hay que revisar si algún individuo necesita ir al veterinario, hacer seguimientos preventivos (estado de su sistema inmune, desparasitación) y garantizarles refugios donde se puedan proteger y estar calentitos. Al final, es cuidar: alimentar, curar y prevenir.
¿Qué papel deberían desempeñar los ayuntamientos y demás organismos institucionales en la gestión de colonias?
El que marca la ley: ocuparse del bienestar de estos animales, desde la alimentación hasta la atención veterinaria; legislar lo que pueda suceder y sancionar a quienes maltratan a los gatos y a las personas que los cuidan.
En Holanda han reducido drásticamente la tasa de abandono gracias a la implementación de tres medidas: trazabilidad total, un canal único de denuncia y el establecimiento del CER con métricas. ¿Consideras viable este modelo para España?
Sí, sería ideal. Pero la trazabilidad choca con que la gente siga regalando camadas. Cuando les explicas que las adopciones tienen que tener un contrato te dicen: “¿Tengo que pagar?”. Si ya hay problema para pagar los gastos veterinarios, mal vamos. El canal único de denuncia sería ideal, pero mucha gente ve cómo maltratan a la vecina que alimenta y no hace nada. Además, en muchos casos, no hay respuesta institucional. Con respecto al CER con métricas, muchos ayuntamientos se enfocan en esterilizar, pero sin control. Si no hay monitorización y coordinación y se va “picoteando” en colonias diferentes no se controlará ninguna. Por tanto, el modelo sería ideal, pero hace falta concienciación y profesionalización.
En algunos ayuntamientos se está popularizando la contratación de empresas que “resuelven” la cuestión de los gatos callejeros tratándolos como a una plaga. ¿Qué opinión os merece estos métodos?

Totalmente contraria. Hice un artículo en la sección “Peludos” de La Vanguardia hace tres semanas sobre estas empresas. Aplican el método CER sin métricas: ponen la jaula en cualquier lugar, someten a los gatos a estrés alimentario extremo con un alto riesgo de mortalidad, los dejan toda una noche en furgonetas en la calle, hacinados, con las jaulas sin limpiar ni cubrir, y hasta se olvidan de gatos enjaulados que acaban por morir. Estas empresas crean “residencias felinas” -que son ilegales- donde los encierran para siempre. He visto estos casos con 65 gatos en espacios muy reducidos, sin sombras, sin control veterinario y sin esterilizar. Ahora quieren ampliar el ciclo y crear veterinarios propios para centralizarlo todo y seguir aniquilando gatos. Es un auténtico drama. Por eso MishiLovers nace para dar soporte a quienes cuidan en el propio municipio con el foco puesto en el bienestar, no en el lucro.
¿Por qué es necesaria una gestión ética de los animales comunitarios?
Para no hacerlos desaparecer y porque debemos convivir con todas las especies: árboles, plantas, insectos… Falta ética incluso en cómo consumimos carne (pensar en el sufrimiento detrás del plato), la tauromaquia, la caza… O se pone freno y amor, o esto es una masacre. En los últimos 50 años hemos aniquilado 50 especies, 1 especie por año. Es muy duro pensar en ello.
Según tu opinión, ¿maltratar a un animal puede ser el primer paso para ejercer violencia hacia otro humano?
Está íntimamente ligado. Quien maltrata animales, maltrata a otras personas seguro; si no físicamente, lo hará verbalmente. En cuanto a los gatos, la omisión de auxilio es maltrato. También llevarse a los bebés de una camada sin saber si la madre está cerca. Y, por supuesto, la omisión legal de los ayuntamientos.
¿Qué nivel de conocimiento en materia de bienestar animal hay actualmente en nuestro sistema educativo? ¿cómo se podría mejorar?
Poco. Esta semana salió una noticia de que Carlos Mazón quería promover clases de caza en centros educativos. Suerte que ha dimitido tras su nefasta gestión tras la Dana. Vamos para atrás. La educación depende de la política y debería estar mucho más presente: enseñar desde pequeños que a los animales se les debe respetar; pero todavía se cometen demasiadas barbaridades. Si en clase se enseñara conciencia ciudadana, cómo hacer comunidad, ayudar sin interés oculto, cuidar a otros que no son de tu especie… sería más fácil. Hace falta humildad: los humanos no somos una especie superior.
Enhorabuena por tu colaboración en LA VANGUARDIA ¿Qué significa poder tener un espacio como ese en el periodismo nacional?
Para mí fue un regalo. Llamé porque quería dar visibilidad a la realidad de las colonias felinas. Desde entonces, cada semana publico un artículo: visibilizo asociaciones, gestoras, profesionales del mundo felino, y artículos propios sobre el bienestar emocional cuando cuidas de seres sintientes, en este caso de gatos comunitarios. Mi enfoque abraza la filosofía budista y su amor hace que el mensaje suene firme pero amable.
¿Encuentras relación entre lo que ocurre a nivel mundial y vuestra causa?
Sí. Se trata de despertar de la somnolencia emocional. Hay gente que cuida gatos libres y veterinarios que nos acompañan a las colonias para realizar curas y no estresar a los animales con traslados. Eso cuesta dinero, pero cuando te toca el corazón cuidar de seres vivos, tienes que hacer algo y transmitirlo. Cuando doy una formación a gestoras, les digo que me siento orgullosa de estar delante de ellas porque estamos dando amor. A nivel global, deben existir voces así: no puede fomentarse solo el individualismo y el consumismo. Hay otra realidad más dura y es más fácil ayudar que ir en contra.
(Mientras Montse habla con nosotros, uno de sus felinos (adoptado tras ser abandonado por su familia con sólo 5 meses y tras haber perdido un ojo) se sube en su regazo para olerla, frotarse contra ella y abrazarla)
Hemos visto que, en vuestra concepción holística, también fomentáis el apoyo emocional, ¿qué impacto tiene gestionar una colonia en el día a día?
Es muy duro. El sufrimiento y la muerte son demasiado familiares y la realidad siempre gana por mucho que no quieras verla. Te puedes encontrar con colonias vandalizadas y gatos heridos. Hay muchas gestoras con problemas psicológicos e incluso casos extremos de veterinarias que acabaron suicidándose porque les llamaban asesinas. Hay que tener en cuenta que la población cuidadora es mayor y, en muchos casos, mujeres con historias de vida duras. Por eso es necesario crear una red de apoyo y tener un relevo que alimente por ti cuando estés de vacaciones o enferma. Y alguien con quien tomar café para hablar o simplemente escuchar.
Vuestro proyecto está conformado por mujeres. ¿Es casualidad o creéis que la causa de los gatos es también una causa feminista?
Totalmente feminista. El cuidado es feminista por un tema cultural y educativo. Además, como en otras esferas, las mujeres que alimentan son más increpadas que los hombres que también lo hacen. Triste, pero real. Por supuesto conozco a hombres que cuidan mejor que yo, pero hay pocos; la mayoría se rigen por ese viejo patrón que debemos cambiar
¿Cómo ha impactado la Ley de Bienestar Animal en la situación de los gatos callejeros?
Ha impactado al 200 %. Se han dado derechos a animales que no los tenían. Quien antes actuaba impunemente ahora puede ser sancionado. Por contra, quienes antes alimentaban con miedo, ahora lo hacen con respaldo. Esto crea tensiones entre pro-ley y anti-ley. Uno de nuestros objetivos en MishiLovers es tratar de ayudar a todas las instituciones, para que estas también nos puedan ayudar.
¿Qué papel jugamos los ciudadanos de a pie con respecto a los gatos comunitarios?
Las personas que no cuidan colonias también pueden visibilizar y denunciar la inacción. Igual que difundimos una noticia o la foto de algo que comemos, también podemos empatizar con seres que sienten dolor. Si adoptas una mentalidad de beneficio colectivo, tu entorno se endulza.
¿Cómo podemos promover una convivencia responsable?
Aportando para que todo fluya con paz, amor y armonía. Pero no solo en el trato con los animales, sino a nivel de vecinos. Tratar de evitar la confrontación, aléjate de la toxicidad, promueve paz, consume menos, autoconócete y siéntete predispuesta a ayudar a todos los seres sintientes.
En vuestro manifiesto habláis de un ecosistema en equilibrio. ¿Cuál sería el ideal?
Que todas las personas compartieran respeto y ayuda. Para los humanos, el equilibrio es una mente en paz para poder dar amor paz a otros seres que no tienen esa capacidad en su psique. Convivir de manera armoniosa y apoyarse: eso sería maravilloso.
¿Tenéis algún proyecto nuevo a la vista en MishiLovers?
Sí. Estamos creando una aplicación de código abierto para la gestión de colonias. También queremos establecer ambulancias móviles para hacer cirugías in situ, evitando que el animal tenga que pasar por todo el vía crucis de capturar-llevar-retornar. Finalmente, lanzamos el programa “Amadrina una colonia”, en la que buscamos empresas y mecenas que financien alimentación, veterinario y cuidados para colonias 100%.
De entre las preguntas que te hemos hecho, ¿cuál te hubiese gustado no tener que responder?
Creo que ninguna. Bueno, me hubiera gustado no tener que hablar de incumplimientos legales, pero la nueva ley apenas se está implementando.
Y, ¿te ha faltado alguna que no te hayamos formulado?
No. Me han gustado mucho; me ha gustado la entrevista.
¿Qué pregunta formularías tú a la siguiente persona que entrevistemos?
“¿Alguna vez has atendido a un animal de la calle? ¿Cómo te has sentido?”
La anotamos. ¿Qué mensaje te gustaría dejar para los lectores de C&D?
Que la próxima vez que vean un animal de la calle, piensen que esa vida tiene historia y vínculos; muchas vidas, y no solo siete. Y que seguramente hay alguien a su lado que mira por su bienestar de la mejor manera que puede. Y que probablemente esa persona sea una mujer mayor.


