El discreto rostro del bienestar animal
Salvador no tiene claro el camino; tan sólo le preocupa llegar a una meta, que sí que conoce a la perfección. Ha consagrado su vida al bienestar de gatos y perros, pero sabe muy bien que cuidarles a ellos es también cuidar a quien les cuida e inspirar cada día a más gente para que se sume a esos cuidados.
Salvador afronta las contradicciones del mundo con una mirada serena y honesta. No se resigna a quedarse parado. Como el Barón de Münchhausen, está siempre dispuesto a sacarse a sí mismo de cualquier ciénaga, tirando hacia arriba de su propia coleta.