«El número total de mentes en el universo es uno»
«Lieber Gatomic. ¿Cómo van las cosas por Princeton? Aquí en Oxford todo es un flujo continuo de tiempo como lo fueron en su día las ondas de la luz. Erwin está muy arrepentido de haber formulado su ecuación porque cree que sus matemáticas pueden explicar lo de Copenhague[1], algo contrario al sentido común…»
«Mein lieber Quantum. ¡Qué alegría saber de ti! Albert también está a vueltas con lo de Copenhague. Dice que lo de la “superposición”, eso de que las partículas de la materia están en un limbo de probabilidades hasta que las medimos, es contradictorio con los principios de la relatividad. Creo que quiere hacer un experimento con pólvora…[2]»
«… Lo del experimento se les ha ido de las manos. Erwin quería poner una pelota junto a un cartucho de pólvora para comprobar lo de la “superposición”, pero el perro de Sheila se la ha llevado[3]. Ahora estoy viendo a Schrödinger montando una caja…»
«Quantum, estoy preocupado por ti. Dime, por todos los rascadores del mundo, que no has cedido a la tentación metiéndote en la caja. Albert me ha dicho que Erwin iba a poner ácido prústico en su interior. ¡Estarás vivo y muerto a la vez hasta que alguien la abra!»
«¡Falsa alarma, lieber Gatomic! El experimento resultó ser “teórico”, mental; ya sabes, pura imaginación. La caja que estaba montando Erwin era para guardar sus papeles…»
«Albert no ha parado de reír con la ironía de la caja. Espero que la alegría les dure porque estaremos de acuerdo, querido Quantum, que estos dos acaban de apoyar algunas tesis de Copenhague ¿no? Por cierto, llámame loco pero he notado algo extraño, como si un otro yo se hubiese metido en una caja…»
«¡Miau! ¡Yo me he metido en la caja lieber Gatomic! Estamos conectados. ¿No será que nuestras partículas, al haber interactuado en Berlín hace unos meses, han quedado ligadas aún en la distancia?[4]…»
«…Es que nuestra amistad es universal, eterna, no–local[5]: ¡atómica!»
«…¡Y nuestras mentes: UNA!»

[1] Niels Bohr y Werner Heisengberg , de la Escuela de Copenhague rechazaron la causalidad clásica a favor de la función probabilística de la onda. Quiere ello decir que, una partícula, antes de ser medida, no tiene propiedades como posición o energía. Einstein y Schrödinguer quisieron desmentir este postulado creando el experimento de la caja y el gato.
[2] El experimento inicial proyectado por Einstein y Schrödinger pretendía demostrar la superposición de estados de una pelota –intacta o explotada– junto a un cartucho de dinamita.
[3] Por los diarios recuperados por su hija, se sabe que Schrödinguer compartió su vida por lo menos con dos perros: el de su amante Sheila y su querido Burschie, un collie de pelo largo.
[4] En Física cuántica, se denomina a este fenómeno “entrelazamiento” y ha sido demostrado por Aspect en 2022.
[5] En 1964, Bell planteó que el universo o bien era local (es decir, que ninguna información puede viajar más rápido que la luz), o no–local (justo al contrario) En los 80, se descubrió que las partículas se enlazan aún en la distancia.