Irene Vallejo no habla de gatos ni perros

Gatos, perros y juncos

Siempre hay quienes ante la presencia de un best-seller sienten una cierta prevención, demoran su lectura y tratan de escuchar otras opiniones “fiables”, que les animen a lanzarse a una lectura, que – en el fondo – no les va a distinguir mucho de la masa. Eso seguramente pueda ocurrirle a más de uno con El Infinito en un Junco, que, de tan ponderado, acaba levantando recelos. Pues no. Hay que reconocer que esta obra-confesión, que habla del amor por los libros y las bibliotecas de su autora Irene Vallejo, bajo el disfraz de un ensayo sobre la escritura y sus vehículos en el mundo grecorromano, es un trabajo extraordinario; a la vez, inteligente, profundo, entretenido y valiente. Verdaderamente, se acaban los adjetivos a la hora de hablar de ella. Y, sin embargo, los lectores de Cat&Dog Tank, se habrán preguntado o se preguntarán al leerla… ¿Por qué no aparece en ella prácticamente ningún gato ni ningún perro? ¿No resulta difícil imaginar una biblioteca de Alejandría sin gatos que evitaran el daño de los ratones a los papiros o una villa romana que se preciase sin su perro descansando adormecido por el runrún de la lectura en alto de su dueño? Ahí lo dejamos…