Entrevista a Lucía Arana

LUCÍA ARANA (Bilbao): Periodista, comunicadora y activista por los derechos de los animales. Una de las pensadoras más activas en “El Caballo de Nietzsche”, sección animalista de eldiario.es.

CAT&DOG TANK: Es muy difícil saber por dónde empezar con alguien como tú. Quizá sería interesante hablar de qué es INTERcids y que es CoPPA y cuál es tu trabajo en ellos.

LUCÍA ARANA: Cada una de estas dos ONGs es un mundo. Tengo la suerte de poder colaborar con las dos, echándoles una mano con el tema de la comunicación en todos sus ámbitos (notas de prensa, comunicación interna y externa, etc.).

CoPPA (Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos), se dedica a la defensa y la protección de los derechos de colectivos en riesgo o en situación de vulnerabilidad; en especial mujeres, infancia y personas mayores que sufren situaciones de violencia. En CoPPA, se trabaja desde perspectivas diversas, desde la formación, desde las políticas públicas y la legislación, desde la generación de informes y estudios y también desde el trabajo científico, con el objetivo de que la normativa y las leyes vayan evolucionando en lo que a defensa de los Derechos Humanos se refiere.

INTERcids, Operadores Jurídicos por los Animales representa otro enfoque. Se trata de una entidad cuyos miembros son jueces, fiscales y abogados, policías, personal de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad, etc., que buscan mejorar la situación de los animales desde el ámbito legal: haciendo propuestas legislativas, proponiendo enmiendas, etc. Uno de nuestros proyectos a nivel de comunicación es el podcast “Derecho y animales” que es el que yo dirijo y presento. ¡Se me hace muy raro ser la entrevistada! Normalmente la que entrevista soy yo.

CAT&DOG TANK: Es muy remarcable tu colaboración con eldiario.es … ¿Qué significa “El Caballo de Nietzsche” en el periodismo nacional?

LUCÍA ARANA: “El Caballo de Nietzsche” es una de las cosas más importantes de mi vida, tanto a nivel profesional como personal. Recuerdo perfectamente cómo, hace más o menos 8 años, un grupo de 6 personas (entre ellas Ruth toledano y Concha López), empezamos a intercambiarnos correos y cómo, en cierto momento, Ruth expresó la idea y nos preguntó a ver qué nos parecía el nombre. Nos contó la anécdota de Nietzsche[1] y la verdad es que nos encantó. Ruth y Concha son mis referentes en periodismo. Las admiro, las quiero… de verdad, pienso que vale la pena vivir porque, en este mundo, hay personas como Ruth Toledano y Concha López. En todo caso, lo de “El Caballo de Nietzsche” es puro activismo. Ruth y Concha llevan ocho años… ¡Ocho años! publicando dos veces por semana. Estamos hablando de más de 1000 artículos ¡es impresionante! Y, además, con el rigor y el nivel desplegado, en literatura, cultura, legislación, arte, filosofía, derecho, historia, sociología… Lo mires por donde lo mires, “El Caballo” ha abordado como nadie la perspectiva antiespecista. Está claro que no siempre podemos ir completamente pegadas a la actualidad, porque esto lo hacemos todas aparte de nuestros trabajos diarios; aun así, la exigencia es máxima. Creo que puedo decir que soy activista gracias a Ruth Toledano. En cierta ocasión, en una manifestación en Barcelona alguien leyó un manifiesto que me impresionó. Era un texto de Ruth. A día de hoy, es como mi mentora y es, además, mi amiga; nos queremos. Pues… imagínate… esto es “El Caballo de Nietzsche” para mí. En el momento en que nació “El Caballo”, la cobertura de temas relacionados con animales era prácticamente nula. Todo lo que había era anecdótico, frívolo. Artículos del tipo “Han nacido los nuevos bebés panda en el zoo de Tokio”. La perspectiva era totalmente superficial, utilitarista, cuando no era un tema de ganadería o similar. Eldiario.es hizo una apuesta muy valiente aceptando la propuesta de Ruth Toledano y ocho años después es el referente en materia de animales y de sus derechos. En “El Caballo”, tratamos de dar la perspectiva de la parte que nunca puede hablar, la versión de la víctima, el punto de vista de los animales. Un poco, lo que hacéis vosotros en Cat&Dog Tank. En definitiva, la marca tan especial de “El Caballo” es la de Ruth Toledano y Concha López. Son ellas las que aportan ese nivel tan extraordinario.

CAT&DOG TANK: Desde luego, “El Caballo de Nietzsche” está también en el origen de Cat&Dog Tank… Por otro lado, todas tus redes dan fe de tu inusitado activismo en favor de los animales… pero nos interesa también tu blog “Son nosotros, somos ellos”… ¿Qué es para ti este blog?

LUCÍA ARANA: Me hace gracia que lo hayas encontrado y rescatado y me ha hecho gracia la palabra “inusitado”. La verdad es que el blog está un poco desactualizado porque no le dedico el tiempo que quisiera. “Son nosotros, somos ellos”, además, hoy habría de llamarse “Son nosotras, somos ellas” porque yo me he deconstruido mucho en estos últimos años. Lo abrí para colgar contenidos que no dan para un artículo porque carecen de investigación, porque no están contrastados con datos; es decir, no son como los de “El Caballo”, no tienen ese nivel. Por lo general, son cosas que salen directas de mi corazón… momentos intensos, como la vejez de mis dos perras, que fueron tan especiales para mí, y la muerte primero de una y luego de la otra. También tiene su lugar Reina, una gatita anciana que rescaté hace relativamente poco en la calle y de la que necesitaba contar la historia. Al final, ¿por qué escribimos? Pues para no perdernos, para no olvidarnos. Yo pensaba: “¿En algún lugar tendré que plasmar esta experiencia con Reina?” No puede ser que esta gatita pase por el mundo sin que, al menos para mí, quede algo sobre ella. Esto es el blog. Lo que hago para “El Caballo” o para el podcast “Derecho y Animales” es trabajo más periodístico… esto es otra cosa.

CAT&DOG TANK: En otro orden de cosas, nos gustaría hablar contigo de algunos de tus temas más importantes: el patriarcado, la caza, las actividades que dañan a los animales (como algunas formas de turismo…), el maltrato animal de todo tipo y, en particular, Vivotecnia y las peleas de perros.

LUCÍA ARANA: Todo se reduce a lo mismo y tiene que ver con el antropocentrismo galopante que nos ha metido en el lío en el que nos encontramos, a todos los niveles, y que va a terminar por destruirnos como especie, pero llevándose casi todo por delante. A mí, los animales me fascinan, me parecen seres de otra dimensión. Es alucinante que la gente esté buscando vida en otros planetas cuando vivimos en un mundo donde hay orcas, donde hay elefantes, donde hay caballitos de mar. De veras, me parecen extraordinarios y, a la vez, tan complejos de entender para la soberbia de los seres humanos… Actualmente me estoy formando en etología canina y en educación canina respetuosa y, en cierto modo, estoy pasando un duelo, al descubrir lo poco que comprendemos a los perros. Ahora, con 54 años y tras pasar toda la vida con perros, me he dado cuenta de que no entiendo nada. Estos animales conviven con nosotros desde hace miles de años. ¡Imagínate lo que sabemos de los demás, de los cerdos, de las gallinas, de las vacas, de los animales silvestres! Me parece increíble que el ser humano tenga esa necesidad de dominarlos, de dañarlos, de poseerlos, esa incapacidad para dejarlos en paz. La filósofa Marta Tafalla, una de las mentes más lúcidas y originales de estos tiempos, dice que, si fuésemos una comunidad de vecinos, el ser humano sería ese vecino que está todo el tiempo molestando, quemando cosas por el vecindario, tirando basuras, manchándolo todo, masacrando al resto de los 8 millones de especies con las que convive… ¡es insoportable! Realmente lo que hacemos con nuestros vecinos de planeta es insoportable.

Los temas que mencionas en la pregunta son asuntos que hemos ido tratando porque periodísticamente era el momento, como el caso de Vivotecnia, que publicamos en exclusiva en España. El resto han surgido por un interés personal concreto. El tema de los pájaros cantores, por ejemplo. Yo vivía en un pueblo al lado de un bar, donde el propietario tenía esas jaulitas como cajitas de zapatos colgadas en las paredes. De vez en cuando, los destapaba un poquito para que les diera el sol y yo pasaba por allí con mi perra y cada mañana se me rompía el corazón. Y pensaba, tengo que escribir sobre esto, esto no puede ser. O el de los “(Perros) españoles por el mundo”, al que me movió la experiencia que tuve cuando vivía en Hamburgo y me encontraba con perros y sus compañeros humanos que me contaban que procedían de España y que, allí en Alemania, habían encontrado unas vidas magníficas, muy diferentes a las que tenían en nuestro país.

Cuando cuestionas temas como el de la experimentación con animales lo que ocurre es que tratan de intentar que te sientas cohibida por los argumentos científicos; te vienen con términos grandilocuentes, a decirte “¡No te enteras de nada! ¡Déjanos a nosotros, los señores mayores, hablar de esto, que es muy complejo!” Es lo mismo que la narrativa bélica. Ni se te ocurra hablar de paz, porque entonces es que no te enteras ni de geopolítica ni de nada. Pero, al final, las cosas son mucho más simples. A mí, eso de que todo quiera aparecer como muy complejo me hace mucha gracia, porque obviamente hay complejidades, pero también hay cosas que son sencillas y poner la vida en el centro, eso es tan simple como poderoso.

En el podcast, entrevisto a gente que lleva muchos años trabajando en protección animal y todos me dicen que ha habido un cambio brutal en los últimos años, que ellos lo han visto en su día a día y que estamos en el camino, sin ninguna duda. Yo también pienso que estamos en el camino, pero, a la vez, pienso que los cambios son demasiado lentos. No nos va a dar tiempo. Que estamos en el camino lo muestran las resistencias que nos estamos encontrando. La manifestación que hubo hace poco en Madrid (20/3/2022) lo deja bien claro. Si no hubiese sido por la labor de la gente que trabaja en la defensa de los derechos de los animales, esos señores cazadores no salen, ni en sueños, a manifestarse. Pero, ahora, el miedo ha cambiado de bando. Eso es justamente porque la sociedad avanza, pero los pasitos son demasiado lentos. Toca aplicar aquello de “pesimismo en el pensamiento y optimismo en la acción”. No nos queda otra que ser optimistas si queremos tener una mínima esperanza de cambiar algo, aunque repito que tengo la sensación de que no nos va a dar tiempo.

Lucia Arana
Lucia Arana por Thomas Bedwin

CAT&DOG TANK: ¿Cuál es la relación entre todo lo que estamos viviendo en las últimas semanas con la guerra de Ucrania y todo lo que estás contando?

LUCÍA ARANA: Es todo lo mismo, antropocentrismo androcéntrico. Para mí, la respuesta está en el ecofeminismo. Vivimos de espaldas a dos verdades, que son que los seres humanos somos interdependientes, o sea dependientes unos de los otros, y ecodependientes, o sea, dependientes del planeta. Esas dos verdades implican que los cuidados tenían que estar en el centro. Pero, vivir de espaldas a esta realidad y así nos va. Como dice Yayo Herrero, a todo le llamamos producción: a las cosas que nos dan la vida, como puede ser sembrar trigo, y a las que nos quitan la vida como la fabricación de armas. Todo es producción y todo parece aceptable, pero no lo es. Esta cultura de la dominación del planeta, esta cultura del saqueo en general, solo puede llevarnos a tener que buscar los recursos en otros territorios. Nos lo estamos cargando todo y así, con casi 8000 millones de personas no hay recursos para seguir con esta locura consumista. Si la gente no se da cuenta de eso es porque prefiere vivir de espaldas a la realidad.

Otro ejemplo de algo que nos cuentan que soporta la vida pero que, en realidad, no es más que una fuente de destrucción y violencia normalizada es la ganadería. La ganadería es uno de los grandes desastres de la historia. Aparte de matar de una forma horrenda a millones y millones de seres sintientes, que tienen derecho a vivir sus vidas, contamina nuestra biodiversidad y termina con ella; una biodiversidad que también necesitamos para vivir y que está acabando con nosotras a todos los niveles, a nivel de salud humana y a nivel de salud animal. Mi compañero en el podcast de Veganismo en el que colaboro decía que la ganadería nos pone tres zancadillas: en ecosistemas, en salud humana y en sufrimiento animal. Del mismo modo, tratar a industrias que nos están matando – como la industria del plástico – lo mismo que a aquellas que están soportando la vida – como son los cuidados – que, además, han venido siendo ejercidos siempre por mujeres, es lo que nos ha traído hasta aquí. Vivimos en medio de una narrativa bélica y, por eso, en mi opinión, el ecofeminismo es la última trinchera contra la ultraderecha y todo ese tipo de posiciones tan peligrosas.

CAT&DOG TANK: En tus artículos, a menudo hablas de experiencias de transformación relacionadas con la defensa de los animales y el veganismo. Así muestras tradiciones que cambian, carniceros que se hacen veganos, pueblos que reorientan sus costumbres para empezar a defender a los animales… ¿Puede efectivamente transformarse la sociedad, en este sentido? ¿De qué depende? ¿Hay razones para el optimismo?

LUCÍA ARANA:  Para poder mantenernos vivos necesitamos mantener ese optimismo. De lo contrario, yo no me levantaría de la cama, porque cuando empiezas a profundizar en el mundo del sufrimiento animal es duelo sobre duelo. El primer duelo es cuando descubres lo que les hacen a los animales, que es inimaginable. El segundo duelo es cuando vas a contar ese horror y te das cuenta de que le da igual a todo el mundo. Ese segundo duelo es tal vez más duro que el primero, pues constatas que van a seguir manteniendo este sistema voraz y destructivo. Sin embargo, para mí no hay otra manera de vivir que pensando que somos capaces de cambiar algo porque, si no, es que no hay salida.

CAT&DOG TANK: ¿Cuáles son tus próximos proyectos o los de los colectivos en los que estás implicada?

LUCÍA ARANA: Pues te voy a hablar de dos proyectos que me hacen muchísima ilusión y que creo que pueden estar muy en línea con las cosas que vosotros proponéis. Me estoy formando, desde hace ya un par de años, en Educación Canina Consciente y Respetuosa y en Etología y Bienestar de los perros. A través de estos estudios estoy realizando un verdadero viaje, en el que voy descubriendo mucho sobre las incapacidades humanas para comprender a los animales. Es como entrar en otra dimensión. También me estoy formando en Ecofeminismo, algo que me está abriendo a la perspectiva de que el feminismo, el ecologismo y el animalismo son un triángulo que puede aportar mucha esperanza a un futuro más justo y amable para todas y todos.

CAT&DOG TANK: Chema Lera nos dejó el otro día una pregunta para el invitado o invitada siguiente: “¿Qué crees que es ahora mismo más importante para el desarrollo de las políticas animalistas en España: un partido político o un lobby animalista?

LUCÍA ARANA: Estoy completamente de acuerdo con Chema en que las políticas animalistas deben estar en el programa de todos los partidos políticos. Este es un tema transversal. Hace unos días, por ejemplo, entrevistaba en el podcast a la vicepresidenta del Parlamento andaluz y miembro de la Ejecutiva Nacional del PP, Esperanza Oña, que ha fundado PRODIA, la Asociación Parlamentaria de Derechos Animales en Andalucía. Para que la protección sea transversal debe haber un trabajo de entidades como las nuestras, de veterinarios, de profesionales de todos los campos, de la Academia, de investigadores, y de toda la sociedad exigiendo que se produzcan avances. Yo siempre les digo a los políticos: “no subestiméis el asco que le da a la gente el maltrato animal, no lo subestiméis.” De veras, pocas veces he visto reacciones más viscerales que con temas de maltrato animal… esto a la gente le indigna mucho. He de decir que admiro a quienes sé que entran en política con la vocación de hacer un mundo más justo y habitable, pero personalmente, me siento más cómoda en el trabajo que se realiza desde fuera de los partidos.

CAT&DOG TANK: ¿Qué pregunta le harías tú al siguiente entrevistado?

LUCÍA ARANA: Mi pregunta será un poco más frívola que la de Chema. Se trata de algo que les pregunto siempre a mis invitados en el podcast: “¿Si fueras un animal (no humano) cuál serías? ¿A cuál te pareces de verdad? Es importante que quede claro que no se trata del animal que más te gusta, se trata del animal al que más te pareces. A mí me gustaría ser un toro, porque me parece imponente y una maravilla, pero yo me parezco más a un macaco inquieto o a una podenca exploradora. Se trata, por tanto, de ser sinceros.

CAT&DOG TANK: ¿Tienes algún mensaje para los lectores de CAT & DOG TANK…?

LUCÍA ARANA: A vuestra comunidad amiga de los perros, quiero enviarles el mensaje de que, por favor, se acerquen a los profesionales de educación canina respetuosa para aprender sobre una forma diferente de relacionarse con los perros. Es muy importante no confundirla con la educación canina en positivo. Aquí no hay obediencia, no hay premios, no hay salchichas; tampoco hay entrenamientos ni nada similar. Estamos hablando de comprender a tu perro, de respetar sus necesidades y de acompañarle en ellas. De veras, es como otra dimensión es como empezar a “hablar perro” de repente. Y entonces, empiezas a ver las caras por la calle y en los parques y a descubrir que el 99% de nuestros perros sufren algún tipo de maltrato normalizado. La educación canina tradicional ha sido una educación muy cruel, incluso la educación «en positivo», disfrazada de buenas intenciones. A vuestros lectores y lectoras, quiero decirles que vale la pena de verdad este viaje, que te cambia la vida y que, sobre todo, vale la pena para el perro. Ahora convivo con una señora podenca, de 10 años, una señora vieja, que vive conmigo, que soy otra señora vieja, y tenemos una relación totalmente de igual a igual. Estamos todo el día negociando, comunicándonos y llegando a acuerdos: aquí cedo yo, aquí cedes tú. Ahí te dejo eso. ¡Muchas gracias por la entrevista!


[1] “Ocurrió en Turín, el 3 de enero de 1889. Friedrich Nietzsche cruza la plaza Carlo Alberto y se topa con un cochero que azota con el látigo a su caballo, rendido, agotado, resignado, doblegado en el suelo. Nietzsche, hondamente dolido, herido en lo más profundo de su alma, se arroja sobre el caballo y lo abraza.” (en https://www.eldiario.es/caballodenietzsche/caballo-nietzsche_132_4986196.html 11/3/2014).