Una excusa para Glass

Músico con gato

Cualquier excusa es buena para hablar de Philip Glass, uno de los músicos que mejor ha representado el cambio de siglo. Podemos, por ejemplo, referir que el maestro norteamericano afirmó en una entrevista, que algunas de sus piezas tuvieron su origen en el paso de su gato por las teclas del piano sobre el que componía.

Tal vez, fuera el minino – por tanto – quien escribiera con su solemne paseo el tema principal de la maravillosa Evening Song, que cierra el último acto de la ópera Satyagraha, que habla sobre Gandhi… o alguno de los imponentes episodios de la banda sonora de The Hours, o su inmortal Estudio para piano nº 2.

El gato pudiera haber paseado también – ¿quién sabe? – sobre el piano de Philip Glass, dibujando con sus garritas la melodía del Opening, quizá la obra más profunda de todo el minimalismo musical… y podríamos seguir… Desde luego, tratándose de este autor, cualquier excusa es buena…